miércoles, 22 de febrero de 2012

Desarrollo: La batalla del Ebro y la ocupación de Cataluña (julio 1938 – febrero 1939)


El avance de las tropas nacionales quedó detenido cuando el ejército republicano, tras recibir nuevo armamento, reorganizó desde Cataluña sus unidades y desencadenó un poderoso ataque sobre el río Ebro en la provincia de Tarragona. Las autoridades republicanas eran conscientes de que la situación bélica era ya plenamente desfavorable. Su única esperanza era reconquistar el territorio y volver a unir las dos zonas.
La batalla del Ebro fue uno de los mayores episodios militares de la guerra. Empezó el día 25 de julio de 1938 con un ataque republicano que cruzó el río Ebro entre Benillafet y Mequinenza y conquistó poblaciones como Ascó, Mora de Ebro, Flix… Desde esta región , avanzaron hacia el interior y se hicieron fuertes en la zona de Gandesa, donde lograron resistir unos meses.
Franco envió refuerzos, incluida la aviación alemana e italiana, y consiguió detener el ataque. Luego contraatacó y, a principios de noviembre, los republicanos  tuvieron que replegarse en la otra orilla del río mientras el ejército nacional avanzaba ocupando todo el sur de Tarragona y cruzando el río Ebro por su desembocadura. El 16 de noviembre se dio por acabada la batalla. El 26 de enero el ejército nacional entraba en Barcelona sin resistencia.
Exiliados

Una marea de exiliados avanzaba hacia el Norte. Con la caída de Girona se produjo la huida hacia Francia de miles de refugiados, entre ellos Negrín (jefe de gobierno) y Azaña (presidente).

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