Ante las dificultades para tomar Madrid, Franco decidió
abandonar el ataque a la capital y concentrar los esfuerzos en la zona Norte.
Una estrecha franja que abarcaba Asturias, Cantabria y el País Vasco había
quedado en manos republicana, pero aislada del resto de la Península. Los
nacionales controlaban Navarra desde el principio, y en agosto de 1936 ya
habían tomado San Sebastián, pero el grueso de un territorio fundamental por
sus recursos mineros, siderúrgicos e industriales se mantenía, a principios de
1937, en manos de la
República.
Los combates principales se produjeron entre abril y octubre
de 1937. Los nacionales, al mando del general Mola, desencadenaron un ataque
hacia Vizcaya en los últimos días de marzo. El 26 de abril, la ciudad vasca de
Guernica era bombardeada por la aviación nazi. Pablo Picasso hizo un cuadro al
que llamó Guernica.
Guernica de Pablo Picasso
Bilbao fue ocupada el 19 de junio gracias a la superioridad
en medios, armamento y aviación de los nacionales.
La
República, para aliviar la presión militar en el Norte,
desencadenó en julio el ataque a Brunete, cerca de Madrid, y más tarde a
Belchite, junto a Zaragoza, pero no consiguió evitar que las tropas de Franco
entrasen en Agosto en Santander y, dos meses después, en Asturias. Estas
grandes derrotas de los republicanos supusieron que una zona de primera importancia
económica pasase a manos de los nacionales. Asimismo, miles de personas huyeron
de la región ha zonas en manos de la República.
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